Las crónicas de la Peste Negra… AGRESORES SEXUALES Y REDES SOCIALES FACILITADORAS…
(Quinta Parte)

Crónica de Redes...
Quizá para muchos el término "Ingeniería social" no es familiar, cabe aclarar que la Ingeniería Social, es la práctica de obtener información sensible o confidencial a través de la manipulación de las personas; lamentablemente, la mayoría de las veces, ésta práctica es utilizada por personas o grupos con finalidades criminales y delictivas. En un mundo vertiginoso, cuyas comunicaciones, exigen y demandan a "los chavos" estar conectados a todo momento, desde el severo enviciamiento en juegos digitales, hasta la publicación constante de sus vidas y quehaceres cotidianos en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y un sinfín de plataformas; los información que subimos y compartimos, se transforma en la principal fuente de información para delincuentes, agresores y hasta defraudadores.
Juan, padre de Karla, llegó emocionado a su hogar, tras la cotidiana pesada jornada laboral, pero éste era un día especial, era el cumpleaños número 16 de su pequeña; no había podido festejar con ella en el transcurso del día, pero, tras dos meses de ahorrar, llevaba consigo un presente de cumpleaños, que sabía de antemano, emocionaría mucho a la pequeña del hogar. Juan cruzó la puerta de su hogar sin mayor expresión, el rostro de Karla reflejaba expectación, quería ver si su padre, habría recordado su cumpleaños; tras unos minutos de silencio abrumador, el padre se abalanzó sobre su pequeña hija y con un emotivo abrazo, la felicitó por sus 16 años cumplidos, metió la mano en la mochila que siempre le acompañaba a la fábrica donde laboraba y hurgó en ella, sacó una pequeña caja y con la voz entre cortada, bendijo a su hija. Karla no cabía de la emoción, era el teléfono celular que tanto anhelaba, un smarthphone de conocida marca, con una fabulosa cámara y amplia memoria interna, un teléfono de gamma alta que tanto había deseado.
Esa noche, Karla casi no durmió, se pasó la noche entre la instalación de aplicaciones, accesos a las redes, "invitando" a sus amigos a unirse a sus redes, mando mensajes por whatsapp, telegram e incluso instaló aplicaciones desconocidas, sólo para ver que hacían. Al día siguiente, Karla se levantó muy temprano, escondió entre sus pertenencias el nuevo aparato telefónico, por aquello de los asaltos en el transporte y salió con rumbo a su colegio de bachilleres.
Durante una semana publicó fotos de casi todo lo que se le ocurría fotografiar, desde aquello que comía hasta los que bebía, publicaba fotos de sus mascotas, de sus hermanos, de sus amigos y amigas, de sus primos y hasta de ella misma en casi todo momento del día, llenó sus "muros" de textos, fotos e información que ella creía relevante; su emoción crecía, ya casí alcanzaba los mil 500 seguidores, lograba cientos de likes en sus fotos, comentarios y mucha gente parecía estar al pendiente de ella, logró tener muchos amigos.

El usuario Pedro Martínez, decía ser compañero del colegio de bachilleres donde Karla estudiaba, sólo que del turno vespertino, mostraba fotografías un joven, cuyos gustos y preferencias eran afines a los de Karla; le había mandado solicitud y ella la había aceptado; Pedro, era amigo de sus amigos en las redes; Primero Pedro, comenzó a darle like a sus fotos de forma timida y discreta, posteriormente comenzó a comentarlas y a enviarle saludos (públicos) de buenos días y de buenas noches, en poco días, pasaron de mensaje de Messenger a que Pedro le pidiera su "whats" a Karla y ella accedió, comenzaron los mensajes más frecuentes, el envío de imágenes, de videos e incluso juegos y grupos que compartían los jóvenes, todo parecía ir bien, a Karla incluso le gustaba Pedro, quien comenzó a enamorar a la pequeña.
En 15 días, los mensajes subieron de tono, comenzó el coqueteo de sexting (mensajes con contenido sexual) Pedro "cachondeaba" a Karla, le pedía fotos y audios sugerentes, en tanto él se decía profundamente enamorado de ella; Karla, inocente, despreocupada y falsamente enamorada, accedía, le enviaba fotos, videos y audios a Pedro, lo más sorprendente, es que jamás se habían visto en persona, era una relación ciento `por ciento virtual, pero que tenía encandilada a Karla.

Al cumplir el mes de la virtual e intensa relación, Karla entristeció sobre manera, tenía casi una semana de no tener contacto con Pedro, éste dejaba "en visto" sus mensajes, no contestaba por ningún medio, el número telefónico "mandaba de inmediato a buzón"; Karla no sabía que pasaba y se encontraba angustiada. Meditabunda en que había hecho mal, observaba su teléfono cuando de pronto, entró un mensaje de Pedro, le ofrecía disculpas por no haber contestado y ofreció un endeble pretexto de estar trabajando con un tío cerca de la sierra, donde no había señal; pero n el mismo mensaje le decía que para ofrecerle disculpas como "todo un caballero" le permitiera verla, que le platicaría todo en persona, se conocerían al fin y además, la invitaría al cine.
Karla emocionada por la reaparición de su amado virtual, accedió de forma inmediata, decenas de emojis y gifs le mostraban a Pedro el amor que Karla le profesaba, si embargo, Pedro le hizo una única petición, que no dijera nada a nadie, que se verían en un lugar que sólo sería de ellos, la citó frente a una plaza comercial y Karla, simplemente, accedió. La cita era en horario de escuela, Karla subió al transporte como todos los días, pero no se dirigió a su colegio, en cambio, modificó el rumbo hacia la Plaza en la que Pedro la citó, llegó puntual a la cita, arreglada y llena de emoción, por fin conocería a Pedro en persona. Karla estaba cerca de la calle, a la entrada principal de la Plaza Comercial cuando de la nada, una camioneta panel se acercó a ella, descendieron dos tipos cuyas edades superaban los 40 años, golpearon a Karla tan rápido y tan fuerte que nadie se percató del asunto, la cargaron, la subieron a la camioneta y se fueron, sin rumbo conocido. Pedro, no era un joven de 16 años, siempre fue "el gancho" para engatusar a la pequeña, Pedro tenía casi 50 años y era un depravado sexual. Karla nunca más fue vista.

Juan, el padre de Karla, jamás supo de la relación de su hija con el tal Pedro, hasta que las autoridades accesaron remotamente al teléfono y a sus cuentas de redes sociales, en un desesperado intento para tratar de ubicarla, fue cuando todos se percataron de la existencia de Pedro, trataron de averiguar en la escuela quién era y por supuesto, jamás estudió allí, las cuentas eran falsas, el número telefónico irrastreable y lo habían desechado el mismo día de la desaparición, las direcciones digitales de conexión eran públicas y el teléfono desde donde Pedro manejaba las cuentas, tenía un reporte de robo de unos meses antes de los hechos.
El más grande riesgo de las redes sociales, es como éstas, exponen nuestra integridad y seguridad, los contratos que firmamos (al darle click en "acepto" a los términos y condiciones de las redes para usarlas) señalan claramente que la información que "subamos"· a las redes, deja de tener la condición de privada o personal y que se transforma automáticamente y con nuestro consentimiento, en información pública, y que si ésta es usada para la comisión de algún delito, las empresas de redes sociales, no tienen responsabilidad alguna, lo único, que en solo algunos (muy pocos por cierto) casos podrían hacer, es dar vista a las autoridades y con una orden judicial, aportar algunos datos de interés a las investigaciones.
Ésta es un realidad cotidiana, es importante que los padres, más allá de la seudo privacidad de sus hijos, están al pendiente de que y con quien comparten y departen en las redes sociales, que no "suban" contenidos con información personal o que pueda ser aprovechada por esos depredadores, quienes están en espera de la menor oportunidad para atacar. La privacidad de un hijo termina, cuando empieza la obligación de sus padres por protegerlos.
